El rehilete ha sido históricamente un símbolo de energía en constante flujo, un reflejo de la interacción entre fuerzas que se equilibran para generar movimiento. En Corpus 005, los cuerpos se organizan en un patrón rotatorio alrededor de un eje invisible, sugiriendo la dualidad entre control y entrega, entre la mecánica del cuerpo y su impulso interno.
Esta estructura evoca la noción de que el movimiento no es solo una acción física, sino también un proceso de transformación constante. Cada giro dentro de la composición representa la dinámica de la existencia, donde cada rotación simboliza tanto la repetición como el cambio. Este equilibrio entre continuidad y evolución convierte la obra en una metáfora visual del flujo de la vida.
La Circularidad y el Ciclo Vital como Expresión de Cambio
La disposición circular de las figuras en Corpus 005 remite a los ciclos naturales de nacimiento, transformación y renovación. Esta representación del dinamismo de la existencia refuerza la idea de que la vida misma es una sucesión de movimientos incesantes, donde cada giro es una repetición y, al mismo tiempo, una evolución dentro del flujo continuo del tiempo.
El círculo es una forma universalmente asociada con la eternidad y la totalidad. En esta obra, su presencia no solo marca la naturaleza cíclica de la transformación, sino que también sugiere que toda acción se inscribe dentro de un patrón mayor, donde cada instante es simultáneamente un punto de origen y un punto de retorno.
Símbolos Entrelazados y Conexión Universal
Dentro de la estructura de Corpus 005 emergen dos símbolos fusionados: la cruz solar, un emblema occidental que representa el ciclo del sol y su energía infinita, y el manji (卍), un antiguo símbolo oriental de fortuna, equilibrio y conexión con lo sagrado. La unión de estos dos elementos refuerza la idea de que el movimiento es más que un cambio físico; es una danza cósmica entre renovación y armonía, entre lo ancestral y lo universal.
Cada giro dentro de la composición refleja la interdependencia entre fuerzas opuestas que, en su continuo fluir, crean el orden dentro del caos. Este concepto de movimiento perpetuo, representado a través de la repetición geométrica de los cuerpos, se convierte en una visualización del equilibrio entre las fuerzas del universo.
Simetría y Regulación Sensorial como Herramienta de Armonización
Desde una perspectiva neurodivergente, la simetría de Corpus 005 proporciona una estructura visual que ordena el caos del movimiento. Aunque la imagen transmite dinamismo y cambio constante, la repetición de patrones y el equilibrio en la composición generan una sensación de estabilidad.
Esta combinación entre dinamismo y estructura permite que la obra funcione como un anclaje perceptivo, donde la repetición simétrica de las formas suaviza la sensación de caos, transformándola en un ritmo visual ordenado. Este enfoque convierte la obra en un ejercicio de contemplación que facilita la inmersión en la armonía del flujo vital.
Técnica e Interacción con el Concepto de Movimiento y Geometría
El uso de inteligencia artificial y manipulación digital en Corpus 005 ha permitido fusionar la organicidad del cuerpo con la precisión geométrica del patrón giratorio. La integración del movimiento con la estructura refuerza la idea de la existencia como una danza perpetua entre orden y caos.
La disposición de las figuras y la interacción con el vacío generan una sensación de profundidad en la imagen, donde la percepción del espacio y la forma se ve desafiada por la superposición de cuerpos en rotación. Esta construcción visual amplifica la percepción del movimiento, permitiendo que la obra se perciba no solo como una imagen estática, sino como un instante dentro de un ciclo infinito de transformación.