En «Mi visión» la figura humana parece estar en un estado de transición, atrapada entre lo real y lo ilusorio. La bruma que la envuelve actúa como una metáfora de la incertidumbre de la percepción, desdibujando los límites entre la presencia y la ausencia. La atmósfera onírica refuerza la sensación de un espacio en constante cambio, donde la identidad es un concepto maleable y fluido. En este contexto, la figura se convierte en una representación de la duda existencial, de la búsqueda incesante de definiciones que se disuelven en el aire.
El cuerpo como punto de anclaje
A pesar de su falta de rostro, el cuerpo se muestra recogido, casi en un gesto de introspección o resguardo. Esta postura sugiere un momento de revelación interna, donde la visión no es externa, sino una exploración del propio ser. El lenguaje corporal enfatiza la idea de protección frente a lo desconocido, mientras que la falta de contornos definidos refuerza la ambigüedad de su naturaleza. La fusión entre el cuerpo y la bruma sugiere una disolución parcial, como si la materia misma estuviera en un proceso de transmutación.
El ojo en la niebla: La percepción reflejada
El humo no solo envuelve la escena, sino que también da forma a un ojo que observa y captura la imagen de la figura humana en su pupila, mi visión. Esta representación amplifica el concepto de introspección y observación dual, donde el acto de ver se convierte en una experiencia recíproca. La imagen juega con la idea de que la visión no es unidireccional, sino que siempre implica un intercambio entre quien observa y lo observado. La presencia del ojo, difuminado entre la bruma, plantea la cuestión de hasta qué punto nuestra percepción es clara o una proyección de nuestro mundo interno.
La niebla como espacio de transformación
El humo y la bruma no son simples fondos, sino un elemento activo en la pieza. Funcionan como un puente entre lo consciente y lo inconsciente, recordando la naturaleza volátil del pensamiento y la memoria. En esta obra, la visión no es clara ni absoluta, sino maleable y en constante reformulación. La superposición de capas vaporosas sugiere que la realidad es un tejido en permanente evolución, un espacio donde lo definido se funde con lo desconocido.
Técnica e interacción con el concepto
El uso de la inteligencia artificial y la edición avanzada permite una fusión de texturas que refuerzan el carácter onírico de «Mi visión». La integración de la niebla con la figura no solo oculta, sino que sugiere, permitiendo que el espectador complete la imagen con su propia interpretación. Cada detalle de la composición está diseñado para sumergir al observador en una experiencia sensorial donde la frontera entre lo tangible y lo inmaterial se vuelve difusa. Esta obra invita a cuestionar la solidez de la realidad y a explorar las capas invisibles de la percepción humana.